lunes, 25 de diciembre de 2017

"Los ángeles"

VIVA + JESUS

Obra de los Niños Eucarísticos Adoradores
del Santísimo Sacramento 


Felicidad del Alma que recibe en la Sagrada Eucaristía al Corazón de Nuestro Señor Jesucristo.

Decía Santa Margarita María: 

"Tengo un deseo tan vivo de comulgar que aunque debiera andar con los pies descalzos por un camino de brasas, paréceme que no me costaría trabajo en comparación de lo que siento viéndome privada de tan grande bien. No hay cosa que me dé gusto sensible sino este pan de amor; después de recibido quedo como anonadada delante de mi Dios, con una alegría tan grande que a veces al dar gracias, todo mi interior está en silencio y en un profundo acatamiento, atendiendo a la voz de Aquel que es el contento de mi alma"

Siguiendo con nuestro Catecismo:

Los Ángeles


Los Ángeles son seres puramente espirituales dotados de inteligencia y voluntad. Son espíritus puros que no tienen cuerpo. Dios creó a los Ángeles para que le alabaren y le sirvan eternamente, fueron creados en estado sobrenatural de gracia y santidad. 

Todos los ángeles perseveraron en el estado en que Dios los creó, y se llamaron ángeles buenos. Otros lo perdieron, por soberbia, revelándose contra Dios y fueron precipitados en el infierno y se llaman ángeles malos. 

Luzbel era el más hermoso de todos y más lleno de soberbia; se rebeló contra Dios y dijo: "No serviré". Muchos ángeles acompañaron a Luzbel en su rebelión. 


San Miguel, lleno de celo por el honor de Dios, exclamó: "¿Quién como Dios?" y luchó contra Luzbel y lo venció. Satanás y los demás ángeles rebeldes fueron arrojados al infierno. Antes de que los ángeles malos pecaran, no existía el infierno.

Dios creó el infierno para castigo de los demonios y demás pecadores impenitentes. 

Los ángeles buenos fueron confirmados en gracia y ven claramente a Dios. 

El ángel de la guarda se llama también ángel custodio. Es el ángel que Dios da a cada uno de nosotros para que nos proteja en la tierra y nos lleve al cielo.

D. S. B.

(Continuará).

lunes, 4 de diciembre de 2017

"El misterio de la Santísima Trinidad"

VIVA + JESUS

Niños Eucarísticos Adoradores del Santísimo Sacramento


Felicidad del alma que recibe en la Eucaristía al Corazón de Nuestro Señor Jesucristo

Santa Margarita María se abrasaba muy a menudo en deseos de recibir la Sagrada Eucaristía al Dios de su corazón y al Corazón de su Dios. Desde su infancia este amor a la Sagrada Eucaristía había dominado su alma. 


"Al dejar el mundo, dice, mi mayor contento era pensar que comulgaría con frecuencia; y me habría llamado la más dichosa del mundo si hubiese comulgado a menudo y pasado la noche sola delante del Santísimo Sacramento. Sentía allí tanta seguridad que a pesar de ser en extremo miedosa, al verme en este lugar de delicias de todo me olvidaba y nada temía".

"La víspera de la Comunión sentíame absorta en un silencio profundo que no podía hablar sino haciéndome mucha violencia considerando la grandeza de la obra que iba a ejecutar y después de comulgar ni ganas tenía de comer ni de beber ni de hablar; tan grande era el consuelo y paz que me embargaba".

"En cuanto me fuese posible me escondía para aprender a amar a mi Soberano Bien, quien me instaba fuertemente a que le devolviese amor por amor". 

* * *
Continuando entonces con nuestro catecismo, el misterio de la Santísima Trinidad:

La Santísima Trinidad es el mismo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios no más.

Al Padre se le atribuye la Creación;
Al Hijo la Redención;
Al Espíritu Santo la Santificación.

En Dios hay una sola naturaleza, un solo entendimiento y una sola voluntad.

El misterio de la Santísima Trinidad es algo oculto, escondido e incomprensible.



Dios creó primero a los Ángeles, los seres más perfectos.

Los ángeles son seres puramente espirituales, dotados de inteligencia y voluntad; son espíritus puros, no tienen cuerpo.

Dios creó a los Ángeles para que le sirviesen, le alabasen eternamente. Fueron creados en estado sobrenatural de gracia y santidad.

Todos los ángeles que perseveraron en el estado en que Dios los creó se llaman ángeles buenos. Otros le perdieron por soberbia, rebelándose contra Dios fueron precipitados al infierno y se llaman ángeles malos. 

Luzbel era el más hermoso de todos, más lleno de soberbia. Se rebeló contra Dios y dijo "No serviré", y muchos ángeles acompañaron a Luzbel en su rebelión.


San Miguel lleno de celo por el honor de Dios, exclamó: "¿Quién como Dios?" y luchó contra Luzbel y lo venció. Satanás y los demás ángeles rebeldes fueron precipitados al infierno; antes que los ángeles se rebelaran el infierno no existía.

Dios creó el infierno para castigo de los demonios y demás pecadores impenitentes.

Los ángeles buenos fueron confirmados en gracia y no pueden pecar, ven claramente a Dios.

El ángel de la guarda se llama también Ángel Custodio. Es el ángel que Dios da a cada uno de nosotros para que nos proteja en la tierra y nos lleve al cielo.

D. S. B.

(Continuará).




domingo, 5 de noviembre de 2017

"Creo en Dios Padre, Todopoderoso"

VIVA  JESUS

Obra de los Niños Eucarísticos Adoradores
del Santísimo Sacramento


            El fin de la Obra: es consolar a Jesús, presente en todos los Tabernáculos y Hostias consagradas del mundo entero. Sobre todo en aquellos lugares en que está Sacramentado con menos culto y más abandono.

       Su fundador es: El Ángel de la Paz que se apareció a los niños Lucía, Francisco y Jacinta de Fátima, en octubre de 1916, quienes al año siguiente serían los testigos privilegiados de las apariciones de la Santísima Virgen María en Fátima, Portugal, en 1917.

        Es importante en la adoración el silencio y el respeto ante el Santísimo Sacramento, esto es importante tenerlo presente ante las visitas que realizamos ante el Santísimo.

       Continuando nuestro catecismo, dijimos que los Artículos de la fe son 12. Vamos a hacer la Explicación:



        Primer artículo:

Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra.

        Explicación:

Dios con su infinito poder creó el cielo y la tierra, el mar, las estrellas, el sol, la luna, y cuanto se mueve bajo el sol, a todo esto lo llamamos visible.

Lo invisible es lo que no se ve, como el pensamiento, el alma, el Ángel, la fe, etc.

Dios es el principio de todas las cosas porque Él las ha creado.

Dios es el fin de todas las cosas porque todas las ha hecho para su mayor gloria. Dios tiene: entendimiento y voluntad. El ser más noble creado por Dios sobre la tierra es el hombre, porque es un ser racional compuesto de alma y cuerpo.

El alma es un espíritu inmortal y ejerce actos espirituales como el pensar, rezar, querer.

Es inmortal pues siendo una sustancia espiritual simple no tiene parte en que se pueda descomponer.

Además, el alma humana ha sido elevada por Dios a la vida sobrenatural de la gracia para gozar eternamente con Él, en la gloria.

D. S. B. 

(Continuará).

lunes, 11 de septiembre de 2017

"Lo que ha de saber el cristiano"

¡VIVA + JESUS!

Obra de los Niños Adoradores
del Stmo. Sacramento


Consiste en consolar a Jesús y en visitarle en el Santísimo Sacramento, rezando la oración que el Ángel de la Paz le enseñó a los niños de Fátima.

Continuando con nuestro Catecismo para los niños que se preparan a hacer su Primera Comunión.

¿Cuántas cosa debe saber el cristiano? Son cuatro cosas.

Saber:
1° Lo que se ha de creer.
2° Lo que se ha de hacer.
3° Lo que se ha de orar.
4° Lo que se ha de recibir.

Explicación

1° Sabemos lo que se ha de creer sabiendo el Credo y los artículos de la fe.
2° Sabemos lo que hemos de hacer sabiendo los mandamientos de la ley de Dios y de la Iglesia.
3° Sabemos orar si conocemos el Padrenuestro y las demás oraciones de la Iglesia.
4° Sabemos lo que hemos de recibir practicando los mandamientos de la ley de Dios y de la Santa Iglesia.

Las principales verdades de la fe que todo Cristiano debe saber para salvarse.

1° Que hay un solo Dios.
2° Que en Dios hay tres personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
3° Que Jesucristo el Hijo de Dios hecho hombre murió en la Cruz por salvarnos.
4° Que Dios da premio eterno a los buenos y castigo eterno a los malos, según sus obras.

Las Postrimerías del hombre son cuatro.

Muerte – Juicio – Infierno – Gloria

Los enemigos del alma son 3

1° El mundo es la gente mala y perversa.
2° El demonio es el ángel condenado. Por la envidia que nos tiene, procura tentarnos continuamente,
La carne es nuestro propio cuerpo con sus malas inclinaciones.

La primera y principal obligación de todo católico llegado al uso de razón es saber bien la doctrina cristiana.

La Iglesia de Jesucristo es: Militante, Purgante y Triunfante.

1° La Iglesia militante la forman quienes están en este mundo.
2° La Iglesia purgante la forman los que están en el Purgatorio.
3° La Iglesia triunfante la forman los que están en el cielo.


D. S. B. 

(Continuará)

lunes, 28 de agosto de 2017

"Asociación de amor a María Santísima"

¡VIVA + JESUS!



El que sea sencillo, que venga a mí (Prov. 9, 4)
Yo soy la madre del Amor hermoso (Eccli. 24, 24)



Me dirijo a todos vosotros, mis compañeros de destierro, que tenéis sed del agua de la vida eterna. Venid; os descubriré sin envidia mi secreto, os descubriré una fuente que he encontrado y que tantas veces ha refrigerado mi alma, comunicándole valor y fuerza para correr pronto y sin trabajo al monte santo de la perfección. Me mueve a manifestaros este mi secreto, el deseo de que todos participen de los grandes bienes que de él han provenido a mi alma y de hacer amar a María, mi dulcísima Madre, a la cual debo mi existencia en lo físico y en lo moral.

Consiste este secreto en ir a descansar todos los días unos minutos a solas a los pies de nuestra querida Madre, haciéndole –aparte de los obsequios con que la suele honrar todo buen cristiano, y particularmente el de la recitación del Santo Rosario– dos visitas diarias, una por la mañana y otra por la tarde, en el modo que os mostraré. ¡Oh, qué dulce es descansar junto a la que nos ama tanto, que si nosotros nos diéremos cuenta de este amor tan sincero, tan desinteresado, tan constante, no nos afligiríamos más por ningunas de las cosas penosas de la vida.

Modo de hacer las visitas.

Todos los que quieran tomar parte en esta santa sociedad de amor, destinen en un lugar de su casa apartado, o en su aposento, una imagen de la Inmaculada, para la visita de la mañana, y una de la Dolorosa para la de la tarde; y en el primer momento libre que cada uno tenga, solo –pues siendo visita de amor, el amor no quiere testigo– vaya a postrarse delante de María. Habrá circunstancias, en que no podrá hacerse la visita a la imagen destinada: entonces hágase a otra, en lo posible, bajo el mismo título. A veces puede ocurrir, o por estar en compañía de otras personas, o por estar de viaje, que no se pueda hacer ni aún de este modo; entonces se hace en espíritu. Con un vuelo de amor se va a los pies de nuestra Madre que nos espera a la cita de amor. De este último modo ha de ser raras veces, pues es justo que también el cuerpo se postre y obsequie a su Señora y Reina. Jamás, por ningún motivo, se ha de dejar, pues dejándola se haría esperar a la amada Señora, a la que hemos dado palabra de visitarla y que tanto desea y espera nuestra visita para llenarnos de las gracias divinas. Si sucediere, especialmente en los principios hasta que uno se haya acostumbrado, que se nos olvidare, conviene pedir perdón a la primera visita que se haga, diciendo humildemente nuestra culpa e imponiéndonos algunas penitencias, por ejemplo: una Salve con los brazos en cruz…, esta hermosa plegaria, que en su brevedad expresa tantos y tan tiernos sentimientos. También sería bueno decir nuestra falta al confesor, cuando nos confesamos, no porque sea ningún pecado, mas, para acostumbrarnos a ser más atentos y no dar a Nuestra Señora una cita en vano. Pero os aseguro que si tenéis buena voluntad, muy pronto tomareis esta santa costumbre, o mejor dicho, sentiréis la necesidad de acudir a María. Ella misma os hará sentir un dulce llamamiento interior para ir a postraros a sus pies, y descansar unos instantes junto a su corazón, que conoce como ninguno nuestros dolores, nuestras angustias y penas, y puede aliviarlas; y así os dirá interiormente: “Bienaventurado el hombre que me oye, y que viene todos los días a velar a mi puerta”… Ella sabe las pruebas que os esperan, la fuerza que necesitáis para luchar con los enemigos, que acaso dentro de pocas horas o pocos minutos os han de asaltar.

María, fuente del agua de la vida eterna, con su suave riego, dispondrá vuestra alma para recibir con provecho las gracias del Señor y sostener firmes las pruebas y contrariedades de la vida. ¡Cuántas veces he probado yo la verdad de lo que os digo! Sentía mi espíritu acobardado; de todo temía, me asustaba, temblaba. Iba a María y después de la visita cambiaba enteramente. Probadlo y no tendréis más temor, ni de la Cruz ni de los enemigos; la paz del Señor os acompañará en todas partes y os sentiréis felices en medio del sufrimiento.

Intenciones para la visita de la mañana.

Postrados de rodillas delante de una imagen de la Inmaculada Madre nuestra, considerad nuestra alma como una tierra árida, sin agua, y a la Santísima Virgen, como la fuente del agua viva, que espera corazones sobre quienes derramarla para que florezcan en ellos, como en otros tantos místicos jardines, las flores y frutos de las virtudes en donde se recree Ella y su Divino Hijo. Ofrecedle todo vuestro ser, pidiéndole que con los resplandores de su inmaculada pureza, ilumine los senderos en que hemos de andar, a fin de que, cuando volvamos a sus pies en la siguiente visita, nada encuentre en nosotros indigno de sus purísimos ojos. Pedidle su asistencia en los asuntos particulares que tengamos entre manos, sean nuestros o de otros, habladle, en una palabra, según las circunstancias en que nos encontremos o las disposiciones de nuestro espíritu, con la confianza de un hijo con la madre más amante y cariñosa. Rogadla que viva en nosotros con su humildad, con su paciencia, con su obediencia, con su dulzura para atraer a Dios las almas, con su caridad para con todos, mas sobre todo con su ardiente amor a Dios. No es necesario expresar con palabras todo esto; la intención que nos lleva a sus pies, ya lo dice y bien lo entiende su maternal corazón. El amor habla poco y muchas veces nada, porque la lengua del amor es el corazón, acordándonos de que el amor nos ha conducido a los pies de María y sólo amor es lo que queremos; el cual se lo pediremos con un beso, señal de la más frecuente que usan los pequeñitos con sus madres, cuando saben hablar, para pedirle su amor. Y ¡qué pequeñitos somos nosotros delante de la excelsa Madre de Dios! Queriendo decir todo esto con una breve fórmula, se podrá usar la siguiente:

Oración para la visita de la mañana.


Oh Inmaculada Madre de Jesús y Madre mía, María, yo me consagro todo a Vos sin reserva, aceptad la oferta y tomad de mí posesión, continuando en mí, como en vuestra vida mortal, amando a Dios y a los hombres y haciendo bien a todos. Bendecidme, oh Madre, y concededme morir, un día, de amor en vuestros brazos.
(Reflexiónese un poco y dígase): Virgo fidelis, ora pro nobis. Y una o tres Avemarías. (La jaculatoria y las Aves, se rezan con la intención de pedir para todos los socios la fidelidad en el amar a María).

Intenciones para la visita de la tarde.

La visita de la tarde se hará en la misma forma que la de la mañana, excepto que ha de ser ante una imagen de la Dolorosa, que la represente en el Calvario o con Jesús muestro en los brazos, o sola al pie de la Cruz. En esta visita nuestro corazón ha de estar lleno de amor y de dolor considerando la desolación grande como la mar, en que nosotros hemos puesto a nuestra Madre. Todos los dolores de la vida humana comparados con los de María son como sombras. “¿Quién se compara a Ti?...” Le pediremos humildemente que por sus dolores sea nuestra luz cuando camináremos en las sombra de la muerte, Aunque camine por cañadas oscuras”, y que nos dé en aquella hora la serenidad y la calma de su corazón cuando vio sumergirse en la alta mar de la Pasión a su Santísimo Hijo, rogándole con la más viva confianza nos conceda las gracias expresadas en la siguiente oración:

Oración para la visita de la tarde.


Afligidísima Madre de Jesús y Madre mía María, por el dolor que sufristeis en las tres horas, cuando asististeis a la muerte de Jesús, asistidme en mi última hora.– Por el dolor que sentisteis al recibir a Jesús muerto en vuestros purísimos brazos, concededme recibirle Sacramentado en mi corazón, en la hora en que deberá ser mi Juez.– Por el dolor que tuvisteis en la soledad, después del entierro de Jesús, estad conmigo, no me dejéis solo en el juicio particular; tomadme en vuestros brazos y decid a vuestro Hijo, que la sentencia que pronuncie sobre mi sea la de ser yo llevado al cielo en vuestros mismos brazos maternos.

María, Madre de gracia, Madre de Misericordia,
En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora.

3 Avemarías, etc. (La jaculatoria y Aves con la misma intención que en la mañana, para todos los socios)1

Pretextos de que se valdrá el demonio para impedir que se tome parte en la asociación o se persevere en ella.

Siendo el demonio un rey destronado y nosotros los destinados a ocupar la silla que él ha perdido, síguese que la rabia de este espíritu de las tinieblas contra nosotros sea grande y continua. No pudiendo nada contra el Dios que le arrojó a los infiernos, ni con la Madre del mismo Dios, María Inmaculada, que con su pie virginal le aplastó la cabeza, desahoga su furor contra los hombres persiguiendo la imagen de Dios que ve en nosotros y poniéndonos obstáculos en los caminos que a Él nos llevan. Y como uno de los medios más aptos es amar tiernamente a María, por lo tanto, no es de extrañar, que con falsos pretextos nos aleje de su amor. Los más ordinarios de que se servirá para impedir que se tome parte, o se persevere en esta santa asociación de amor a María, serán las tres siguientes:

Falta de tiempo. – Nos sugerirá que bastantes devociones tenemos ya, y no se podrá cumplir o se hará con perjuicio de las obligaciones de nuestro estado, etc., etc. – Yo os lo aseguro y la experiencia mejor os lo mostrará, cuán falso pretexto sea este. Después de haber recibido la bendición de María, por la tranquilidad y calma que ésta producirá en nuestro espíritu y la paz que inundará nuestro corazón, nos encontraremos mucho mejor dispuestos para cualquier ocupación, sea material o intelectual, y mucho más para trabajar por la gloria del Dios de la paz. Además, para cumplir nuestro compromiso, o cita de amor, no se requiere más que cuatro o cinco minutos; y cuando ni aún se pueda disponer de ese breve tiempo, nuestra Madre bien sabe compadecernos y se contentará con que nos presentemos a sus pies diciéndole con sencillez estas pocas palabras: “Madre mía, soy tuyo; no tengo más tiempo para decirte que te amo, y pedirte tu bendición”. Esto, en un minuto o dos puede hacerse, y con calma suficiente para animarlo con el espíritu interior necesario, sin el cual nuestras oraciones, ni breves, ni largas, tendrán ningún valor.

El no sentir gusto sensible. – Procurará persuadirnos el enemigo que nuestros obsequios, hechos con tanta frialdad, no son aceptos a María y a nosotros de ningún provecho. ¡Nada más falso! El amor es libre y reside en la voluntad. Nadie nos arrastra por la fuerza a los pies de María; por lo tanto, si vamos, hemos tenido primero que quererlo con un acto libre de nuestra voluntad, y ese acto es amor, el más puro y sincero. ¡Dichosos nosotros si perseveramos de este modo hasta la muerte! Señal es de que en la eternidad se nos quieren dar a gozar más abundantemente las dulzuras y ternuras del amor de nuestra dulcísima Madre.

3º El tercer medio con que se procurará engañarnos el demonio, será hacernos parecer que éstas sean cosas de niños y de mujeres. Quien así lo creyere pida luz a Dios, pues todavía tiene que trabajar bastante para disponer su espíritu a las comunicaciones divinas y vivir la vida interior. Las almas que han gustado de Dios y poseen su espíritu, estarán exentas de esta tentación. Para que Jesús nos estreche en sus brazos, saben por experiencia que hay que hacerse niños pequeños: El que sea sencillo, que venga a Mí; por lo tanto, necesitados en todo del auxilio de la madre. Dichosas mil veces las almas que sienten necesidad de María por verse pequeñas e incapaces de hacer nada de bueno por sí solas.

Fin de la asociación y quien puede tomar parte en ella.

El fin de la asociación es consolar a María con nuestro tierno y filial amor por el dolor que le causan tantos malos hijos, hermanos nuestros. Y como todos somos hijos de María, síguese que todos podemos tomar parte en esta Santa Liga de amor. Pero, si la Madre de la misericordia tuviera alguna preferencia, sería, cierto, para los que han sido pecadores, infieles a dios y a su maternal amor. A éstos, ¡oh, como los espera María para llenarlos de gracias!

A vosotros también os espera, ¡oh almas puras, que andáis por las calles y plazas en busca de Aquel que ha herido vuestro corazón. En el mundo jamás podréis encontrar el agua que apague la sed que os consume. Venid a la verdadera fuente; y por María, sin necesidad ni de libro, ni de maestro, encontraréis en vosotras mismas a Dios y de Él aprenderéis la ciencia que quien la sabe y lo sabe todo.

Y vosotras, almas consagradas a Dios, que vivís en la casa del Señor, para vosotras en modo especial está abierta esta fuente. Oíd este nuevo llamamiento del Señor, del cual todo bien procede. ¿Quién sabe si para muchas almas no dependan de este medio practicado fielmente sus progresos espirituales? ¿Llegar pronto a la cima de la santidad o ir con trabajo por el camino de una virtud ordinaria? – Dios ilumine a los Superiores para que encomienden la práctica de esta devoción tan sencilla y al fin se practique en todas las casas religiosas, por medio de la cual, tengo por cierto, se despierte un nuevo fervor en servir a Dios y en honrar y amar a su Santísima Madre.

Los mismos efectos producirán en las familias. Dichosas las madres que la enseñen a sus hijos, ¡que los primeros pasos que den sus inocentes sobre esta tierra de dolor, sean para visitar a María! ¡Qué las primeras palabras de sus bocas para invocar a María con el dulce nombre de Madre: “¡María Madre mía!”! Palabra que llena de inefable consuelo en medio del dolor. ¡Que pronto se acostumbrarían los pequeños, si antes de salir de casa para ir a la escuela, o al trabajo, y por la noche antes de acostarse, las madres le preguntasen si han hecho la visita a la Virgen. ¡Oh cómo les protegería Ella y los mantendría inocentes y limpios de corazón! ¡El lirio de la pureza conserva siempre su blancura en los corazones de que es Ella la guarda! ¡Dichosos los que merecen ser protegidos por María! Ella misma nos dice por boca de la Sabiduría: Quien me encuentre, poseerá la vida, la vida de la gracia en esta tierra, y la de la gloria eterna en el cielo.
* * *

Para animarnos a la práctica de esta devoción pensemos en el gran consuelo que tendremos en la hora de la muerte al recordar las visitas diarias hechas a la que sola puede darnos algún consuelo en aquel momento decisivo de nuestra eterna suerte; y mucho más si nuestros ojos moribundos pueden fijarse sobre las mismas estampas de las visitas. Nuestra tierna Madre en aquella hora en que nosotros ya no podemos ir a visitarla, vendrá Ella misma a consolarnos, asistirnos y llevarnos al cielo. Allá, todos los que hemos sido unidos en esta santa asociación, nos conoceremos y alabaremos y bendeciremos a Dios y a su Santísima Madre por habernos enseñado un medio tan fácil para alcanzar la gloria que con ellos eternamente gozaremos.

Acaso cuando leyereis estas líneas, que sólo el amor a tal María y la obediencia han hecho salir de mi pluma, yo haya pasado los umbrales de la eternidad; si entonces mi pobre alma está hecha capaz de beber en el manantial mismo que es Dios, me volveré yo también fuente para con vosotros todos los que practicáis esta devoción, y unida a mi querida Madre, Señora y Reina María Santísima, derramaré sobre vosotros en abundancia el agua de la vida eterna.

J. PASTOR.
20 de Junio de 1922.

D. S. B. 

1 El Excmo. Sr. Obispo de Salamanca aprueba esta práctica y concede 50 días de indulgencia por cada vez que en ella se recen estas oraciones u otras equivalentes.

viernes, 18 de agosto de 2017

"La señal de la Cruz y los artículos de nuestra fe" (continuación)

¡VIVA + JESÚS!


Para los niños que se preparan a hacer la Primera Comunión, continuamos sobre la Señal de la Cruz.

La señal de la Cruz significa los dos principales misterios de nuestra fe.

1° La unidad y Trinidad de Dios.
2° La Encarnación, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.

En respuesta agregamos:

1° Trinidad de Dios quiere decir que Dios es uno solo.
2° Trinidad de Dios quiere decir además, que en Dios hay tres personas iguales y distintas que se llaman Padre, Hijo y Espíritu Santo.



Cuantas cosas debe saber el Católico.

Son 4 cosas.

1° Saber lo que se ha de decir.
2° Lo que se ha de creer.
3° Lo que se ha de hacer.
4° Lo que ha de recibir.

Respuestas:

1° Sabemos lo que se ha de creer sabiendo el Credo y los artículos de la fe.
2° Sabemos orar sabiendo el Padrenuestro y demás oraciones de la Sta. Iglesia.
3° Sabemos lo que hemos de hacer sabiendo y cumpliendo los mandamientos de la ley de Dios y de la Sta. Iglesia.
4° Sabiendo lo que hemos de recibir, conociendo y frecuentando los sacramentos de la Sta. Madre Iglesia.

D. S. B.

(Continuará).

jueves, 20 de julio de 2017

"La señal de la Cruz y los artículos de nuestra fe"

¡VIVA + JESUS!


A los niños que se preparan a hacer su Primera Comunión les recordamos que la señal del Cristiano es la señal de la Cruz. Tiene un modo solemne y a la vez, práctico y sencillo, para realizarla.

Se hace en la Frente, para que nos libre de los malos pensamientos. +
En la boca, para que nos libre de las malas palabras. +
Y en el corazón para que nos libre de los malos deseos. +

A esto se llama signarse.

Y cuando decimos “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” a esto se llama persignarse.

La Señal de la Cruz es figura de Jesucristo Crucificado que en ella nos redimió. 
El cristiano usa la Cruz de dos maneras: signarse y santiguarse.

Se usa la señal de la Cruz siempre que empecemos alguna buena obra, principalmente al levantarnos de la cama, al salir de la casa, al entrar en la Iglesia, al comer y al dormir.

La Señal de la Cruz significa y hace presentes los dos principales misterios de nuestra fe:

1° La unidad y trinidad de Dios. “Unidad de Dios” quiere decir que es uno solo. “Trinidad de Dios” quiere decir que en Dios hay tres personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

2° La Encarnación, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.


Tengamos presente las enseñanzas del Amor Misericordioso, recogidas por P. M. Sulamitis, alma privilegiada del Sagrado Corazón de Jesús, y destinada a ser la humilde portavoz de sus designios de Amor y Misericordia para todos nosotros. La Señal de la Cruz está íntimamente relacionada con el Acto de Ofrenda al Amor Misericordioso, formulado por Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz:

Procura renovar tu ofrenda cada vez que haces la señal de la Cruz; no la hagas nunca de una manera maquinal, como quiera, sino con todo el amor que conviene, pues con ella evocas todos los misterios: el de la Trinidad, y por tanto del Amor Misericordioso del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; el de la Redención, y por tanto, de la Encarnación, de la muerte de Jesús sobre la Cruz, venida y muerte que le han hecho víctima del Amor Misericordioso, Víctima de holocausto.”

“Acuérdate de que está haciendo esta señal sobre ti en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, te constituyes y afirmas, en virtud de tu primera ofrenda, como pequeña víctima de holocausto, es decir, totalmente entregada, para dar al Amor Misericordioso, bajo la forma de los pequeños sacrificios diarios, de los ligeros sufrimientos de cada día, todo cuanto quiera. Ruégale, como Teresita, que no se canse de ti, y para esto, esfuérzate para acoger lo mejor que puedas todos los pequeños sufrimientos que se presenten en tu camino: esas serán las flores que debes deshojar también por el Amor.”


Es preciso para ser cristianos, conocer y dar fe de lo que creemos. Para esto tenemos el Credo, oración que resume los principales artículos de nuestra fe Católica.

Los artículos de la fe son 14. 7 pertenecen a la divinidad de Jesús y los otros 7 a su santa Humanidad.

Los que pertenecen a la divinidad son estos:

1° Creer en un solo Dios Todopoderoso.
2° Creer que es Padre.
3° Creer que es Hijo.
4° Creer que es Espíritu Santo.
5° Creer que es Creador.
6° Creer que es Salvador.
7° Creer que es glorificador.

Los que pertenecen a la Santa Humanidad son estos:

1° Creer que Jesucristo en cuanto hombre fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
2° Creer que nació de Santa María, virgen antes del parto, en el parto y después del parto.
3° Creer que recibió pasión y muerte por salvarnos a nosotros pecadores.
4° Creer que descendió a los infiernos y sacó a las almas de los santos padres que estaban esperando su santo advenimiento.
5° Creer que resucitó al tercer día entre los muertos.
6° Creer que subió a los cielos y que está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso.
7° Creer que vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos.

Conviene saber: a los buenos para darles la gloria porque guardaron sus santos mandamientos, y a los malos penas perdurables porque no los guardaron.

D. S. B.