lunes, 4 de diciembre de 2017

"El misterio de la Santísima Trinidad"

VIVA + JESUS

Niños Eucarísticos Adoradores del Santísimo Sacramento


Felicidad del alma que recibe en la Eucaristía al Corazón de Nuestro Señor Jesucristo

Santa Margarita María se abrasaba muy a menudo en deseos de recibir la Sagrada Eucaristía al Dios de su corazón y al Corazón de su Dios. Desde su infancia este amor a la Sagrada Eucaristía había dominado su alma. 


"Al dejar el mundo, dice, mi mayor contento era pensar que comulgaría con frecuencia; y me habría llamado la más dichosa del mundo si hubiese comulgado a menudo y pasado la noche sola delante del Santísimo Sacramento. Sentía allí tanta seguridad que a pesar de ser en extremo miedosa, al verme en este lugar de delicias de todo me olvidaba y nada temía".

"La víspera de la Comunión sentíame absorta en un silencio profundo que no podía hablar sino haciéndome mucha violencia considerando la grandeza de la obra que iba a ejecutar y después de comulgar ni ganas tenía de comer ni de beber ni de hablar; tan grande era el consuelo y paz que me embargaba".

"En cuanto me fuese posible me escondía para aprender a amar a mi Soberano Bien, quien me instaba fuertemente a que le devolviese amor por amor". 

* * *
Continuando entonces con nuestro catecismo, el misterio de la Santísima Trinidad:

La Santísima Trinidad es el mismo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios no más.

Al Padre se le atribuye la Creación;
Al Hijo la Redención;
Al Espíritu Santo la Santificación.

En Dios hay una sola naturaleza, un solo entendimiento y una sola voluntad.

El misterio de la Santísima Trinidad es algo oculto, escondido e incomprensible.



Dios creó primero a los Ángeles, los seres más perfectos.

Los ángeles son seres puramente espirituales, dotados de inteligencia y voluntad; son espíritus puros, no tienen cuerpo.

Dios creó a los Ángeles para que le sirviesen, le alabasen eternamente. Fueron creados en estado sobrenatural de gracia y santidad.

Todos los ángeles que perseveraron en el estado en que Dios los creó se llaman ángeles buenos. Otros le perdieron por soberbia, rebelándose contra Dios fueron precipitados al infierno y se llaman ángeles malos. 

Luzbel era el más hermoso de todos, más lleno de soberbia. Se rebeló contra Dios y dijo "No serviré", y muchos ángeles acompañaron a Luzbel en su rebelión.


San Miguel lleno de celo por el honor de Dios, exclamó: "¿Quién como Dios?" y luchó contra Luzbel y lo venció. Satanás y los demás ángeles rebeldes fueron precipitados al infierno; antes que los ángeles se rebelaran el infierno no existía.

Dios creó el infierno para castigo de los demonios y demás pecadores impenitentes.

Los ángeles buenos fueron confirmados en gracia y no pueden pecar, ven claramente a Dios.

El ángel de la guarda se llama también Ángel Custodio. Es el ángel que Dios da a cada uno de nosotros para que nos proteja en la tierra y nos lleve al cielo.

D. S. B.

(Continuará).